Regreso a casa.

El día 20 madrugamos para hacer las últimas compras por Arusha y descubrir algún rincón perdido de esta ciudad que nos sobresalta en cada esquina por el nerviosismo que se respira en sus calles y el ritmo frenético de sus gentes. Hacia la una de la tarde habíamos quedado con la agencia para que nos llevasen al aeropuerto, allí puntuales aparecieron dos tipos con sus respectivos Land Rover y tras cargar todos los petates emprendimos la marcha, en hora y media escasa llegamos al pequeño aunque Internacional aeropuerto del Kilimanjaro. El primer vuelo con la compañía Kenya Airlines que nos lleva a Nairobi sale sin problemas en hora, una vez llegamos al aeropuerto de Nairobi nos toca esperar unas siete horas hasta la salida del vuelo que nos conducirá a Londres. Tras varias horas de larga espera Toño y Álvaro nos dicen que hay problemas con el avión, que va con retraso ya que lo acaban de ver en las pantallas de televisión, cosa que desgraciadamente confirmamos con la compañía pasado un tiempo. La mala organización de la compañia en un primer momento nos desespera puesto que no nos dicen el motivo del retraso, a veces que fallo técnico, otras que no llegó de Londres, etc..., solo que saldrá el 21 por la mañana, es decir hay que hacer noche en Nairobi!!!!. Tras multitud de gestiones tanto con la confirmación de vuelos y recogida de tarjetas de embarque para el día siguiente como reserva de hotel para 5 por parte de la compañia, como obtención del Visado para entrar en Kenia nos llevan unas 3-4 horas. Una vez tenemos todos los papeles solucionados para ir a Londres nos preguntamos por las escalas ya que hay que volver a España a lo que nos responden que nos lo arreglaran en Londres hablando con nuestras compañias, en fin un caos. La cosa es que hacia las 23:00 h. llegamos a un hotel de Nairobi en varios autocares, en donde cenamos y pasamos noche. Hay que decir que era un hotel muy lujoso (cosa que nos sorprendió) y nos atendieron perfectamente.